lunes, 2 de diciembre de 2019

Semana 10: Leyenda - Laia Sanz

La historia de Laia Sanz es la historia de una deportista precoz que muy pronto pasó de ser una aficionada a las motos a convertirse en uno de los mayores talentos del trial a nivel mundial.
Con sólo 2 años montó por primera vez en una bicicleta, aunque quizá el responsable de que la gasolina corra por sus venas sea su padre, que a esas edades la llevaba ya con él en su moto. A los 4 cogió la Cota 25 de su hermano sin que éste se diera cuenta y ahí comenzó a tener claro qué le gustaba de verdad.
Laia aprendió rápido y en 1992 su madre la animó a participar en una prueba para niños del Campeonato de Catalunya, que se organizaba en su pueblo natal, Corbera de Llobregat. Acabó octava, y última, pero la experiencia la entusiasmó y al año siguiente disputó el campeonato entero.
En 1997 llegó su primera victoria en categorías masculinas, con una moto de 80 cc. En esa misma temporada participó por primera vez en un trial femenino, donde compitió con unas 50 chicas procedentes de todo el mundo.
Año tras año, el trial femenino fue creciendo y en 1998 se organizó el primer campeonato de Europa (no oficial) y Laia fue la vencedora. Por aquel entonces esta joven promesa contaba con sólo 13 años, pero se estaba midiendo a rivales muy mayores a ella. Fue en ese momento cuando empezó a tomar forma la idea de hacer del trial su profesión, de modo que se inscribió en el Campeonato de España, donde era la única chica participante.
Inmediatamente comenzaron a verse los resultados de su talento en forma de victorias. En 2000, contra todo pronóstico, ganó el nacional, en la categoría cadete masculino. Hasta entonces, nadie había visto a Laia como un rival, pues era la única chica que competía en categorías pensadas y destinadas para los chicos. Esa victoria, la que más satisfacción le ha proporcionado, según ella misma reconoce, fue el principio de una carrera deportiva excepcional que la llevaría a disputar el mundial y el europeo femenino, donde fue campeona y subcampeona, respectivamente.
En 2001 ganó otra vez el mundial femenino y quedó segunda del europeo, pero en las cinco siguientes temporadas consiguió el doblete, sin dejar de participar en competiciones masculinas, en las que también logró resultados destacados. La única vez que no revalidó el mundial fue en 2007, pero a partir de 2008 retomó la senda de los dobletes.
A los 24 años ya contaba con 10 mundiales, 9 europeos y 4 victorias por equipos en el Trial de las Naciones. Con esa edad debutó en el mundial de enduro de féminas, donde sin casi tener experiencia acabó tercera. Fue uno de los pasos previos para preparar el Rally Dakar, su gran sueño de infancia, que en 2011 convirtió en realidad no sólo participando, sino además ganando el Trofeo Femenino y acabando en la 39ª posición absoluta. Pocos meses después volvería al trial para sumar un título más en el mundial, el europeo y en el Trial de las Naciones. Y además tuvo tiempo de acabar subcampeona del mundo de enduro, antes de fichar por su nueva marca, la española Gas Gas.
El año 2012 fue histórico para ella, al conseguir un triplete histórico, revalidando el triunfo femenino en el Dakar y el mundial de trial, éxitos a los que sumó su primer título en la modalidad de enduro. Un hito que nadie hasta entonces, ni hombre ni mujer, había conseguido.
En 2013, Laia demostró no tener techo y revalidó los títulos mundiales de trial y enduro, además de acabar su cuarto Dakar consecutivo, en una edición especialmente dura para ella pero que pasó a la historia por su 12º puesto absoluto en la octava etapa.
Ese mismo año disputó por primera vez los prestigiosos X Games, en los que se colgó tres medallas de oro (Foz do Iguaçu, Barcelona y Los Ángeles) y una de plata (Múnich), en las cuatro pruebas del calendario.
El año 2014 fue muy especial para Laia Sanz ya que, después de 13 títulos mundiales de trial, decidió dejar esta modalidad para centrarse en el enduro y el Rally Dakar. Ello le permitió revalidar el título de enduro por tercer año consecutivo y elevar su palmarés hasta los 16 títulos mundiales que superaban el récord del mítico Giacomo Agostini.
En su camino hacia el Dakar, Laia tomó parte en dos raids africanos, con muy buenos resultados. Debutó como piloto oficial de Honda HRC en el Rally de Marruecos. En esta prueba puntuable para el Campeonato del Mundo FIM Cross-Country Rallys 2014 finalizó 10ª en la general. Poco después disputó el Merzouga Rally, en el que concluyó sexta e hizo historia al convertirse en la primera mujer en ganar una etapa en un raid de motos.
Ese mismo año, Laia también protagonizó una hazaña automovilística, al formar parte junto a Francesc Gutiérrez del primer equipo de sólo dos pilotos que superó una carrera de 24 Horas en España. Fue durante las 24 Horas de Barcelona celebradas en el Circuit de Barcelona-Catalunya. No sólo logró finalizar, sino que además acabó 12ª de la general y primera de la categoría A3T, demostrando su gran polivalencia.
En 2015, Laia volvió a superarse y, en su quinta participación consecutiva en el Rally Dakar, firmó un magnífico 9º puesto absoluto, el mejor resultado de una mujer en motos en las 37 ediciones de la prueba. Cuatro meses después de regresar de Sudamérica, debutaba como piloto oficial de KTM en el Mundial de enduro que acabaría conquistando por cuarto año consecutivo. Fue el título nº17 de su extenso palmarés mundialista.
Además, esa temporada se colgó su cuarta Medalla de oro en los X Games de Enduro X, al ganar la prueba celebrada en Austin (EEUU). También disputó con éxito la Baja Aragón, prueba en la que acabó en 5º lugar absoluto, el mejor papel de una mujer en la historia de esta clásica prueba.
Para preparar a conciencia su sexto Dakar, participó en el TransAnatolia Rally, donde fue 6ª absoluta y primera fémina; el Rally de Marruecos, en el que firmó sendos 11º puestos de etapa; y el Merzouga Rally que saldó con la 5ª plaza absoluta y primera mujer clasificada.
Al margen de las motos, en 2015 Laia también realizó diversas incursiones automovilísticas, como el Barcelona RX del Circuit de Barcelona-Catalunya, la SEAT Eurocup, los 500 Kilómetros de Alcañiz o las 24 Horas de Barcelona de Automovilismo, que volvió a completar junto a Francesc Gutiérrez dentro del único equipo formado por tan sólo dos pilotos.
En 2016 revalidó el título mundial de enduro (el quinto consecutivo de su cuenta particular) y ensanchó así su palmarés hasta los 18 cetros mundialistas, cifra que se quedaría inmóvil en 2017 al verse obligada a abandonar en el GP de Alemania, la última cita del campeonato, por una rotura del motor de su moto. Fue la primera vez desde 2007 que no ganaba un mundial. Volviendo a 2016, al final de ese verano se estrenó en los Seis Días de Enduro (ISDE) con una peleada segunda posición en el apartado individual y con otro segundo en la clasificación por equipos con el combinado español.
El Rally Dakar de ese año no fue fácil para Laia Sanz. En los últimos días de competición cogió anginas y se vio obligada a pilotar con fiebre y mareos. Fue entonces cuando sufrió una fuerte caída que le provocó una distensión de ligamentos (esguince acromio-clavicular) de grado dos en la clavícula derecha. La barcelonesa sacó fuerzas de flaqueza y no sólo logró terminar la carrera, haciendo honor a su lema “quien tiene la voluntad tiene la fuerza”, sino que además lo hizo en decimoquinta posición.

En 2016 también disputó por primera vez los rallys Abu Dhabi Desert Challenge, donde acabó en una gran sexta posición; el Sealine Cross Country Rally de Qatar, que tuvo que abandonar por una caída en la segunda etapa; y el Atacama Rally, donde fue 12ª tras varios contratiempos en las primeras jornadas, como tener que recorrer a pie y tirando de la moto el último kilómetro y medio de la tercera etapa por un problema de combustible.
En el Dakar 2017 se quedó a las puertas de un top 15 que alcanzó en la penúltima etapa y que se le escapó el último día por sólo 50 segundos. Pese a ello, su resultado en la clasificación final del Dakar 2017 bien valió un capítulo aparte en el palmarés de la prueba. Y es que Laia amplió su leyenda como la piloto femenina que más veces ha terminado el rally más duro del mundo en motos: siete en total, todas consecutivas desde que debutó en 2011, las últimas cuatro acabando entre los 16 mejores hombres del rally (16ª en 2014, 9ª en 2015, 15ª en 2016 y 16ª en 2017) y siempre como primera mujer.
Este año se centró en la preparación para su último mundial de enduro, pero pese a ofrecer un rendimiento excelente, se le escapó un triunfo que hubiera significado un más que merecido colofón. Al menos sí pudo celebrar la victoria en el apartado individual en los ISDE. En cuanto a rallys cross-country, sólo disputó dos pruebas: el Atacama Rally y el Rally OiLibya de Marruecos.
En la prueba transandina fue 11ª absoluta en su reencuentro con la KTM 450 Rally después de ocho meses sin competir en esta modalidad. Un mes y medio más tarde, reapareció en la cita marroquí con una gran octava posición final, a sólo 23 segundos del séptimo clasificado. Después de cinco jornadas de competición (más una corta prólogo), Laia no sólo cumplió su misión, sino que además dio un paso adelante en cuanto a pilotaje y confianza que la llevó a firmar resultados de mérito. El quinto puesto logrado en la súper especial sólo fue un anticipo del hito que estaba por llegar: el tercer puesto en la segunda etapa que constará en la historia de la competición como el mejor resultado de una mujer en el mundial de la especialidad.